17 junio, 2007

Castilla-León, día 4º (martes 05/06/2007)

Un día más el despertador nos da los buenos días tempranito y después del desayuno (que no está mal a pesar de que el aspecto del hotel nos hacía temer lo contrario)nos vamos caminando hasta el Alcázar.

El paseo que es muy agradable por la tarde se convierte en algo caótico por las mañanas ya que el transito está abierto con el fin de que tiendas y bares se puedan avituallar y como las calles son estrechitas y están llenas de gente (es zona comercial por excelencia)
Os podéis imaginar que el paseo se convierte en una carrera de obstáculos esquivando gente y coches, pero bueno... vale la pena.

Desde la plaza de Azoguejo hasta el Alcázar pasando por la calle Real encontramos muchos edificios antiguos y curiosos como la Casa de los Picos que como casi todo en Segovia tiene su leyenda:
Se dice que en esta casa vivía un noble castellano, Iñigo de la Hoz que partió a luchar contra los moros en Sierra Morena dejando sola a su mujer embarazada. Allí capturó al jefe moro Abu-Djhavar y lo humillo y torturó sin piedad.
Cuando regresó a su casa, su mujer había muerto y tenía una hija a la que llamo Guiomar. La chica creció y era una de las más bellas de la ciudad. Un muchacho que la pretendía logró entrar en la casa y la dejó embarazada.
El padre al enterarse lleno de rabia hizo un pacto con el diablo, la casa se llenaría de garfios para destrozar al joven cuando intentara escalar la fachada. Pero el joven no acudió, envió a su escudero con una nota: "El padre del hijo de Guiomar soy yo, hijo de Abu-Djhavar, recibe mi venganza perro cristiano"
Lleno de ira porque su sangre se mezclaba con la de un moro, fue a consultar con su confesor quien le aconsejó no proseguir con las venganzas, exorcitó la casa y los garfios se convirtieron en picos.

También encontramos iglesias románicas como la de San Martín ubicada en la Plaza de Juan Bravo, a mitad de camino entre la Plaza Mayor y el acueducto.

Característica de esta iglesia es su torre románico-mudéjar con arcos de ladrillo (propios de la zona) y la portada de la fachada occidental con cinco arquivoltas, una de las más grandes del románico español, que aparece cobijada por un pórtico a modo de nártex - Zona separada de las naves principales, tradicionalmente reservada para los penitentes y a los no bautizados -.

Sólo en esta plaza encontramos además de la iglesia de San Martín la Torre de Lozoya, su construcción data del s.XIV y era de carácter defensivo. Actualmente se utiliza para actividades culturales.
Frente a ella el monumento a Juan Bravo, obra de Aniceto Marinas.

¿Quien fue Juan Bravo? El cabecilla de una revolución de las clases urbana y campesina contra la aristocracia en pleno siglo XV. Exigían una disminución de los impuestos y del gasto imperial.

La cosa no salió bien y los comuneros pierden la batalla de Villalar un 23 de abril de 1521 frente a las tropas reales. Al día siguiente los cabecillas fueron ajusticiados.

Para conmemorar el valor de estos hombres que no hacían otra cosa que luchar por su libertad y por una forma más digna de vida, cada 23 de abril se le hace un homenaje floral.

Si queréis saber más cosas:

http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Bravo


http://usuarios.lycos.es/segotere/comuneros.html



http://www.nodo50.org/izco/historia_del_movimiento_comunero2.htm


Por fin llegamos al Alcázar, gestionado por el Patronato del Alcázar de Segovia.

http://www.alcazardesegovia.com/

La visita nos entraba con el pack reservado en Atrapalo (Hotel, visita Alcázar, visita guiada ciudad, cena en Candido) pero pagamos 1€ más para tener la visita guiada y valió la pena.
Nos tocó un guía apasionado por su trabajo que no sólo nos situó en el lugar sino que lo hizo también en el tiempo.
La situación de este edificio es única, sobre una peña que domina toda la ciudad y la periferia, con aljibes suficientes para poder resistir un acoso y una estructura preparada para el combate.
Se concibió como fortaleza militar y se hay documentos que hablan del Alcázar ya a principios del siglo XII pero se han hallado restos romanos de fortificaciones en la misma zona.

Fue residencia de muchos de los reyes castellanos que fueron ampliando el edificio y decorándolo según las necesidades, cada rey que llegaba al trono dejaba aquí una huella de su paso (como anécdota Fernando VII no sabiendo que reformar coloco una verja en la entrada con su nombre).
Con el tiempo el edificio fue prisión, y más tarde albergó el Real Colegio de Artilleros hasta que un incendio obligo a trasladar la Academia de artillería al Convento de San Francisco en la misma ciudad.
Actualmente el edificio pertenece al Ministerio de Interior y el museo lo gestiona el Patronato del Alcázar de Segovia.


Era ya la hora de comer cuando acabamos la visita y aunque llevábamos la idea de tapear un poco para dejar un hueco para la cena en Candido, acabamos en el Mesón del Duque y tenía tan buena pinta que acabamos comiendo a la carta y fue de sobresaliente aunque un tanto caro (75€ los dos) pero como dije anteriormente no es tan caro si tenemos en cuenta que las raciones son abundantes.
Os recomiendo visitar la web, además de información sobre el local y carta encontrareis recetas típicas para hacer en casa: http://www.restauranteduque.es/
La comida exigía siesta y como la visita guiada a la ciudad no era hasta las 20:00h. eso fue lo que hicimos y nos sentó de maravilla.

A la hora convenida estábamos en recepción esperando al guía (Mariano) que llegó puntual. Fue la visita más personalizada que he hecho nunca. Sólo estábamos nosotros (ventajas de viajar fuera de fechas populares) y se convirtió en un paseo agradable por la ciudad lleno de anécdotas y cosas curiosas como la leyenda del acueducto:
Se dice que había una muchacha que cada día tenía que acarrear agua del río a la casa para su uso diario. El trabajo era muy pesado por lo que la chica hizo un pacto con el diablo: "Si consigues traerme agua a mi casa y librarme de mi trabajo antes de que salga el sol te daré mi alma para siempre"
Pronto se arrepintió pero se tranquilizó porque sabía que el diablo no podía hacer nada en una sola noche. Estaba equivocada el diablo convocó a un ejercito de diablillos que trabajaron sin descanso toda la noche.
La muchacha rezaba y rezaba pero la obra continuo hasta que no quedó mas que una piedra por colocar. El diablo se frotaba las manos contento de tener un alma más en su redil pero los ruegos de la muchacha fueron escuchados y justo cuando el diablo iba a colocar la última piedra un rayo de sol rompió el pacto, aquel día amaneció antes de tiempo salvándose así el alma de la chica.
La joven corrió a la iglesia a confesar y el sacerdote convencido de que había sido un milagro ordeno colocar una imagen de la Virgen y de San Esteban en el hueco que faltaba.


A las 22:00h. llegó el momento esperado, cenar en Casa Candido y probar el famoso cochinillo. Me hubiera hecho ilusión ver como lo cortaban con un plato tal y como se ha visto por la tv pero... a los simples mortales nos lo traen ya cortadito en el plato, jajaja.
No estuvo mal pero si tengo que elegir, me decanto por el restaurante del Duque (que por cierto también es visitado por la familia real, famosos y demás gentes del colorín) porque me pareció menos formal y el trato fue más distendido.

Después de cenar un paseito a lo largo del acueducto para ver como va descendiendo en altura y a dormir.
Sin duda Segovia también merece una segunda visita con mas tiempo para poder explorar cada uno de sus rincones.

Más información:

http://www.segovia.es/segovia/portal.portal.action

http://www.viasegovia.com/

http://es.wikipedia.org/wiki/Segovia

Continuará...

Cosas interesantes:

No hay comentarios:

 
Elegant de BlogMundi