24 julio, 2007

María la boba - Isabel Allende


La obra de Isabel Allende puede gustar a unos y ser monótona y aburrida para otros, al igual que la obra de cualquier otro autor, pero lo que es innegable es que rebosa sensibilidad y sensualidad a cada frase.
Personalmente me gustaron mucho sus primeras novelas: "La casa de los espíritus" (1982), "De amor y de sombra" (1984), "Eva Luna" (1987), "Cuentos de Eva Luna" (1989) y "El Plan Infinito" (1991).
En 1992 muere su hija a los 28 años, de un cáncer que la sumió en un largo coma. La autora inicia en esas circunstancias su siguiente novela, "Paula" (1994), una recopilación de recuerdos, vivencias y sentimientos escritos a los pies de la cama de su hija. La finalidad inicial de este libro era no olvidarse de nada importante en el momento en que la enferma despertara del coma pero acaba siendo una forma de canalizar el dolor que siente y un lazo de unión entre ambas. Es fácil reconocer en esta autobiografía improvisada personajes y situaciones reflejados en sus novelas anteriores.
Las siguientes obras: "Hija de la fortuna" (1999), "Retrato en sepia" (2000) y "Mi país inventado" (2003), a mi parecer, pierden calidad con respecto a las primeras pero no dejan de mostrar su creatividad y fantasía. ¡Es difícil para cualquier autor conseguir que todas sus obras, sean obras maestras!
Pese a ese "deficit" cualitativo, son novelas entretenidas y bien estructuradas por lo que no sería justo que cayeran en saco roto.
La autora se adentra también en el campo de la narrativa juvenil con dos novelas de aventuras de profundo mensaje ecológico y de tolerancia hacía los demás: "La ciudad de las bestias" (2002) y "El reino del dragón de oro" (2003).


Tampoco debemos olvidar el original libro de recetas "Afrodita" (1998) que es un lujo para los sentidos ¡Y no sólo para el gusto!

"María la boba" es uno mis cuentos favoritos. Pertenece al libro "Cuentos de Eva Luna", una recopilación de 23 relatos que empieza cuando el amante de Eva Luna, le pide que le cuente un cuento para poder dormir y ella se convierte en algo parecido (versión mini, claro) a la Sherezade de "Las mil y una noches".
Aquí podéis leer el libro en red o descargarlo de forma gratuita (El relato de "María la boba" empieza en la página 99):
http://librosgratisweb.com/pdf/allende-isabel/cuentos-de-eva-luna.pdf


"María, la boba, creía en el amor. Eso la convirtió en una leyenda viviente. A su entierro
acudieron todos los vecinos, hasta los policías y el ciego del quiosco, quien rara vez
abandonaba su negocio. La calle República quedó vacía, y en señal de duelo colgaron
cintas negras en los balcones y apagaron los faroles rojos de las casas."


Así empieza la narración que no es más que la historia de una mujer especial, que a causa de un accidente es incapaz de ver la maldad y mucho menos la hipocresía del mundo que le rodea. Basa su vida en dar y recibir amor sin pedir nada a cambio. Se entrega a cada hombre como si fuera el único, dando y exigiendo sin límites, explotando su sensualidad y creando en sus amantes la ilusión del amor.

Ojala pudiéramos librarnos todos de los estúpidos condicionamientos del comportamiento que desde niños nos inculcan, y vivir cada encuentro sexual con libertad, ofreciendo amor en cada cita sin escatimar por miedo a la reacción que se pueda desencadenar.
Me hace mucha gracia cuando escucho eso de que hay dos tipos de sexo, el que se hace con amor y el que no. ¿Cómo es posible separar ambas cosas? Y no quiero que me malinterpreteis. No estoy hablando de relaciones estables, ni de fidelidad, ni mucho menos de compromisos.
Pienso sinceramente que cada vez que se practica sexo, por muy lujurioso o morboso que pueda ser, hay amor. No el amor romántico de las novelas, es más bien un lazo invisible que se establece entre los amantes. Lo que hace que sepamos las necesidades del otro sin que nos lo haya dicho, lo que te da la confianza suficiente para abandonarte y gozar, que te desinhibe y hace que lo único importante en el mundo sea ese momento...
El problema esta en que nos da miedo eso del amor. Nos han enseñado que sólo se puede amar a una persona por lo que todo lo que pase hasta que llega la adecuada o afortunada (y muchas veces después de encontrarla), es simplemente diversión. Entonces pasa lo que pasa, nadie se entrega al cien por cien, y por muy divertido que haya sido acabamos con cierta sensación de frustración.
Quizás eso explique por qué cada vez más personas se relacionan usando Internet mediante chats, páginas de contactos, blogs... El anonimato facilita la comunicación y hasta te puedes crear una personalidad a tu gusto para conseguir sexo fácil y sin compromisos pero eso no garantiza que sea satisfactorio, al menos no a largo plazo. Como humanos todos queremos más, y ese más sólo se consigue olvidándose de todo y haciendo que la cosa más importante del mundo sea la entrega mutua sin pensar en lo que pasará después. Y a eso se le llama amor.
Animo a quien no lo haya probado todavía que practique el sexo con amor ya sea con su pareja habitual o con alguien desconocido, estoy segura que no os conformareis con hacerlo solo una vez.
Un último comentario: el amor no crea compromisos, los compromisos los creamos nosotros solitos al querer "normalizar" las relaciones que tenemos.
Como siempre... es sólo una opinión personal.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

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